Oposición entre palabras

(…) A saber, a la oposición entre palabra vacía y palabra plena; palabra plena en tanto que realiza la verdad del sujeto, palabra vacía en relación a lo que él tiene que hacer hit et nunc con su analista, situación en la que el sujeto se extravía en las maquinaciones del sistema del lenguaje, en el laberinto de los sistemas de referencia que le ofrece el sistema cultural en el que participa en mayor o menor grado. Una amplia gama de realizaciones de la palabra se despliega entre esos dos extremos.

Lacan, Seminario de 1953

Verdadero y falso

El capullo desaparece al abrirse la flor, y podría decirse que aquél es refutado por ésta; del mismo modo que el fruto hace aparecer la flor como un falso ser allí de la planta, mostrándose como la verdad de ésta en vez de aquella.

Fenomenología del Espíritu – Hegel

Deformidad

Si bien para Foucault existen sistemas que excluyen los discursos (la prohibición, rechazo, voluntad de saber, etc.), no se podría pensar en una exclusión «interior» más que por sumisión del discurso del sujeto, el cual sigue, aunque tenga «mucho» que decir, en lo no dicho, y es no dicho por la institucionalización, en tanto que para Foucault la forma de cultura es eso: una institucionalización del saber, una sumisión del discurso. Aunque se hable, por ejemplo, del comentario del comentario, que es lo dicho de lo que está ya ahí, es por las distintas formas que puede tomar una disciplina la que evita el azar o las distintas rutas que deforman el discurso.

Para Lacan el discurso, el deseo, es manoseado en las vicisitudes que realiza en su paso por el grafo, el sujeto «cornudo», engañado, cree decir lo que quiere decir sin saber que dice, se prohíbe, se altera, se excluye, se cambia, se deforma por ese Otro que anda por ahí, corneando al sujeto.

Drama del espejo

«El estadio del espejo es un drama cuyo empuje interno se precipita de la insuficiencia a la anticipación; y que para el sujeto, presa de la ilusión de la identificación espacial, maquina las fantasías que suceden desde una imagen fragmentada del cuerpo hasta una forma que llamaremos ortopédica de su totalidad -y hasta la armadura por fin asumida de una identidad alienante, que va a marcar con su estructura rígida todo su desarrollo mental.»

El estadio del espejo como formador del yo (ye) tal como se nos revela en la experiencia psicoanalítica,1949. Jacques Lacan.